lunes, 26 de octubre de 2015

El secreto

Cuarenta años hace
que guardo este secreto.
Él,  estudiante,
yo, bibliotecaria
de la Biblioteca Nacional de España.
Venía de una noble familia
de campesinos salmantinos
y fue discípulo de Machado.
En Madrid estaba para hacer su doctorado.
¡Pequeños ahorros tenía!
Quinientas fanegas de trigo en oro
y algunas Letras del Tesoro.
Y a esta fortuna sumaba
su belleza escultórica.
¡Apolo redivivo!
Ojos negros, sí,  como el carbón de encina,
nariz romana, correcta en forma,
labios morunos, profundamente rojos,
blancos dientes, sí,  como la luna.
Una y otra vez el estudiante acudía
buscando el mismo sitio,
el mismo banco, la misma silla,
la misma lámpara.
No pensaba sino en su cum laude.
¿Le esperaría alguna muchacha en Salamanca?
Nunca una mirada hacia mí había dirigido
pero yo ya le quería
como quieren las amapolas
al sol que las abrasa.
¡Algo tenía que hacer!
Corría el curso escolar
y junio aparecía en el calendario
como un signo de mal fario.
Llegando mayo deslicé
una nota en su bolsillo.
"En el barranco del Lobo te esperaré".
Cuando la última luz se apagó
y el último libro coloqué
en el estante
corriendo, sin aliento, embozada
para de nadie ser reconocida
en el barranco del Lobo me aposté.
Allí nadie me esperaba.
Era temprano todavía.
Apenas las diez.
¡Ay, si yo hubiera sabido!
A tiempo estuviera de haber huido.
De pronto un aullido tétrico,  demoledor,
una sombra que se ampliaba.
Mi corazón quedó paralizado.
El estudiante junto a mí se hallaba.
Me susurraba palabras y juramentos
mientras a mi cuello se acercaba.
Sus dientes eran como cuchillas
que en mi carne se clavaban.
A tal distancia de Madrid
mis gritos no serían oídos,
así que recurrí
a la única arma que poseía:
"Por piedad, déjame marchar".
"¿Por qué? ", preguntóme el lobo.
"Porque te amo, y siempre te amaré".
Y así embozada,  cubriendo mis carnes desnudas,
vergüenza sintiendo
casi exánime llegué a mí posada.
No mucho después nació una criatura
cuyo padre jamás volví a ver.
Dicen que en Salamanca
procurador en Cortes es...




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